Monotemático

Por kuartetoadm | 14 de noviembre de 2007, 15:44

Por estos días, Carlos “Mona” Jiménez verá su imagen multiplicada. Es que, además de cumplir sus compromisos habituales por los tinglados ciudadanos, por estos días ofrecerá tres conciertos excepcionales. Hoy, presentará en el Complejo Forja su disco número 76, Trilogía, III acto. Mañana, tratará de mostrar una versión VIP de sí mismo en La Sala del Rey. Y a fin de mes (28 del corriente), volverá a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pero ya no para estar en un programa sino para actuar. Y lo hará en el Luna Park, un templo que puede ser testigo de otro espectáculo consagratorio.

Jiménez llega a esta revolución productiva en un momento de reflexión sobre su rol en la sociedad cordobesa. No te preocupes, el tema que cierra Trilogía, III acto, revela algunos resentimientos y pases de facturas. Los destinatarios: los que lo critican sin conocerlo. “Es un mensaje contra algunos tipos que me criticaron, nada más. Fui muy castigado en ocasiones y nunca me quise defender, ni responder de modo irrespetuoso. Si te ponés a ver, el tema es como una reflexión sobre mi vida”, interpreta el cantante.

–¿No se suponía que a vos te quieren todos?
–Hace 40 años que me siento castigado, loco. Cuando era chico e iba a bailar a Ronda juvenil, con el Negro González y Enrique del Campo… Bailaba rock & roll todos los domingos y resultaba finalista. Como premio, me daban discos y entradas para algunos conciertos de Sandro, Katunga. Por entonces, yo ya cantaba cuarteto pero nadie lo sabía. Hasta que un día, a González y Del Campo se les ocurrió llevar a Berna.

–¿Y qué pasó?
–El día que canté ahí fue el más triste de mi vida. Me silbaron los cuatro temas que canté. Y cuando volví, los domingos siguientes, las chicas que bailaban conmigo dejaron de llevarme el apunte y mis amigos me esquivaron, al igual que los chicos de mi barrio. Todo porque yo cantaba cuarteto. Así, terminé amigo de hombres de 50 años. Es que dejé de bailar rock & roll y me fui a bailar a las tanguerías, a los cabarets. Esto pasó cuando tenía 17 años.

–En tu desencanto con algunos sectores de la sociedad cordobesa, ¿entran los políticos? ¿Sentís que te fallaron?
–No me fallaron porque con ellos no tengo mucho feeling. No les pedí nada, ni ellos me pidieron nada después. www.kuarteto.com

–Te lo preguntaba por eso de Rieles Argentinos, que hiciste una inversión y no te lo habilitaron…
–Eso fue un tema con Luis Juez… Pero qué vamos a hablar de eso. Él prometió devolver una plata… No viene al caso.

–Vas a volver al Luna Park. ¿Qué te sugiere ese lugar?
–La primera vez fue en 1988, después de hacer el microestadio de Atlanta, donde fueron a verme Alfredo Leuco y (Saúl) Ubaldini. Estaba de moda ese lugar, ya que habían tocado Piero y Marilina Ross. Me fue tan bien que dije “si metí cinco mil acá, ¿por qué no probar en el Luna Park?” Y lo puse hasta las manos. Era el tiempo de ¿Quién se ha tomado todo el vino?

–Y volviste 10 años después…
–Sí, con el Bum Bum y el Beso a beso.

–¿Y cuál es la trastienda de este nuevo Luna?
–Es que voy a visitar a mi hijo (el Carli) y los porteños me agitan “¿cuándo vas a venir, Mona?” Eso me dio entusiasmo para volver. Y me querían contratar para un Gran Rex. Y yo les dije: “Están en pedo, mi gente quiere agite, no da para que esté sentada en butacas”. Fui yo el que sugerí el Luna Park. Tengo unas ganas locas de tocar. Espero que vayan los que participaron de los discos Trilogía. Los espero a Andrés, a Pity, a Cucho…
Fuente: La Voz del Interior

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